Camporrobles
es un pueblo rodeado de viñas, almendros y extensos campos de cereal.
Se
encuentra situado en la zona de Utiel-Requena, entre Fuenterrobles (este) y
Mira (oeste).(Esta última perteneciente al término municipal de Cuenca)
Una
de las zonas más representativa de la localidad es “el Molon”, montaña
turística por su paisaje, belleza y la presencia de una aldea íbera.
En
cuanto a la flora, el Molón juega un papel importante, dado que en él se
encuentra, una micro reserva de flora de hasta 3 hectáreas, con plantas
endémicas, en la que destaca el “helecho lengua de ciervo” entre otras.
En
cuanto a la fauna, el Molón alberga concentraciones moderadas de conejos y
liebres, siendo ya escasos animales como el erizo común y el zorro, que parece
encontrarse en un alto nivel de regresión a causa de la caza, y sobre todo, de
los numerosos atropellos. En cuanto a los amantes de la ornitología, también
tienen cabida las rapaces nocturnas, como el mochuelo, carroñeros, como el
buitre leonado, y preciosos pájaros, como el petirrojo y la lavandera,
destacando el grupo de los “aviones”, representados principalmente por la
golondrina y el vencejo. En cuanto a la herpetofauna, cabe destacar la
presencia del sapo común, (del que más adelante hablaremos), el sapillo moteado
y la rana común. En el grupo de los reptiles, se encuentran el lagarto ocelado,
la víbora hocicuda, la culebra viperina, la lagartija ibérica y la salamanquesa
común.
El
grupo de los anfibios del municipio se ha visto gravemente amenazado, entre
otras cosas, por la transformación de “la balsa” en la piscina. La Balsa, era
una gran extensión de agua que afloraba de las aguas subterráneas, y en ella,
los niños jugaban con los renacuajos mientras las amas de casa lavaban la ropa.
En la balsa y sus alrededores habitaban la rana común (Pelophylax perezi),
el sapo común (Bufo bufo), el sapillo moteado (Pelodytes punctatus) y el gallipato (Pleurodeles waltl).
Gallipato - Pleurodeles Waltl
Este
último, presentaba una buena población en la localidad gracias a las charcas
que se creaban en los alrededores a causa de afluentes subterráneos, similares
a los actuales lavajos de Sinarcas. En cuanto a su presencia en la actualidad,
parece haberse esfumado por completo. Sin embargo, según la información dada en
Internet acerca del Molón, el gallipato sigue presente. En el municipio hay
pocos puntos de agua, y actualmente se encuentran secos a causa de la terrible
sequía que azota a la Comunidad Valenciana. Pero si preguntas por el a la gente
del pueblo nadie sabrá de que se trata, tan solo algún anciano los recuerda -”Los
niños, en la balsa, jugaban a abrir los renacuajos con las tapas de las latas
de hojalata, y a veces sacaban lagartos de agua, les ataban una cuerda al
cuello y los paseaban”
Tal
vez se encuentren ejemplares aislados aún, pero ya no se encuentran las
poblaciones que antes albergaba el pueblo. Pero en un documento del
ayuntamiento se cita textualmente lo siguiente: -”En este sentido, el
Ayuntamiento de Camporrobles establecerá los oportunos convenios o
colaboraciones con la administración competente en la materia de biodiversidad
para el reforzamiento de las poblaciones de gallipato en las diferentes balsas
presentes en el ámbito de estudio, o en las que se pudiera crear al efecto,
siendo necesario la elaboración de estudios previos para el análisis de la
viabilidad de dicha reintroducción” , con todo esto y por lo que se ve, se
quiere reintroducir o “reforzar” las poblaciones presentes en el municipio. Yo,
por mi parte no conozco su presencia en el pueblo.
Sapillo moteado – Pelodytes punctatus
El
sapillo moteado, otra especie de anfibio presente en Camporrobles, de esta
especie, cabe destacar su abundancia en la localidad, de hecho, cuando en el
pueblo se dice que “llueven ranas” no es otra cosa que las migraciones
nocturnas en busca de nuevos territorios que colonizar. Hace años que no veo
ninguno, todos escondidos bajo piedras, troncos y de mas sustratos propios para
su afán de pasar desapercibidos. Hace unos 4-5 años podían verse centenares de
ellos (subadultos y juveniles en su inmensa mayoría) por la zona cercana
a la piscina, que es rica en agua subterránea, y a su vez, en humedad. El
sapillo moteado ya no se ve por la zona, parece extinto, totalmente
desaparecido, por ahora, pues esperemos que esta ausencia de anfibios se deba a
la fuerte sequía que azota la zona.
Esta
especie es, como la gran mayoría de los anfibios, nocturnos, son totalmente
nocturnos, y hace tiempo, en las noches frías y húmedas de verano, o tras las lluvias,
solían desplazarse por la calle, dando lugar a múltiples bajas, apenas
insignificantes dado el número de ejemplares que iban de descampado a
descampado, indefensos a todo peligro que acecha, niños, gatos, pájaros,
pisadas, atropellos...
Espero
volver a verlos, volver a disfrutar de su presencia, de la “lluvia de ranas”
que antes solían verse en el pueblo, pues por ahora son solo una historia más
que recordar.
Rana común – Pelophylax perezi
La Rana común, ese gran desaparecido que todo el mundo ha visto
alguna vez, que todo el mundo nombra: -”Estábamos por las granjas y había un
charco verde, de estos de las ranas, y entonces...”, bueno, las ranas aquí
en Camporrobles no son para nada abundantes, es más, se podría decir que están
ausentes, estos animales, a diferencia de los sapos, necesitan una humedad alta
constante, requieren de agua permanente o, a su defecto, semipermeante. La
rana común se ha observado en abundancia en la balsa cercana a la piscina, al
igual que el sapillo moteado, con el que comparte terreno. Alguna noche he
pasado frente dicha balsa o por la zona, y los cantos de las ranas eran
fuertes, interrumpibles y ensordecedores.
En el Molón nunca he visto ranas, de
hecho, es en aquella pequeña balsa el único sitio donde las he podido observar.
Ahí y en la piscina, en la piscina pequeña. La piscina infantil mantiene el
agua limpia y fresca gracias a que la cambian a diario, y es por eso, que
alguna vez se ha colado alguna pequeña rana “extraviada”, en busca de agua.
Pero esto es muy extraño, no suele pasar y cuando pasa se trata de un ejemplar
aislado que ha caído en busca de agua y que acaba en la depuradora si no la
saca nadie. Las ranas, por lo tanto, se podría decir que están amenazadas.
Sapo común – Bufo bufo
Camporrobles siempre ha sido reconocido, entre otras cosas, por la
cantidad y la abundancia de dicha especie en su municipio, de echo, se podría
decir que es el anfibio mejor representado del pueblo. Antes, 10 años atrás sin
ir mas lejos, recuerdo pasear por la noche y en un momento haber visto 5 o 6
sapos, ahora, y desde hace unos años, su población se ha visto muy reducida y a
pasado de ser localmente común a escaso. En el Molón hay un pilón, la fuente
del Molón, en la que una entrañable pareja de sapos se aparea y depositan sus huevos
en el agua, dando lugar a nombrosos renacuajos, pero, ¿cual es el problema
entonces? El problema viene cuando el ayuntamiento (o la misma gente) decide
vaciar el pilón, y con ello, centenares de renacuajos van a parar a Dios sabe dónde,
esto pasa todos los años desde hace tiempo, y claro, con todo esto, los sapos
no pueden prosperar
Pero, ¿No hay más puntos de agua en la zona del Molón? Si, de
hecho, hasta hace unos años atrás había hasta 4 puntos reproductivos no solo
por parte de sapos, sino también de ranas, pues, hace años había una pequeña
alberca que siempre mantenía agua y presentaba vida, recuerdo jugar con
renacuajos hace tiempo atrás, pero, ¿Que es de ella ahora? Bien, la gente
ensuciaba la alberca, depositaba basura, plásticos, botellas y de mas escombros
en ella, y como consecuencia el ayuntamiento decidió derruirla.
¿Y que hay de
los otros 3 puntos de agua? Uno es el pilón antes descrito, y los otros dos se
trataban de sor arquetas en las que se depositaba agua y, por lo tanto, estaban
llenas, más de una vez he podido observar renacuajos ahí, pero hace unos años
atrás se secaron por completo y no han vuelto a llenarse.
Hace poco, no mucho mas de 3 años, el ayuntamiento decidió crear
una “charca” en el Molón, bien, pues aunque los sapos tienden a reproducirse en
el punto de agua donde nacieron, también pueden no hacerlo, y entonces ¿Por que
no se reproducen en dicha charca? Por una sencilla razón, en ella habitan
carpas naranjas, introducidas por la mano del hombre. El problema de las carpas
es que depredan larvas y huevos de anfibios, lo que hace imposible su
prosperidad en la zona.
Cerca de la envasadora de agua hay una gran charca natural,
llamada popularmente “los patos”, por que, obviamente hay patos en determinada
estación, pero, ¿ahí hay anfibios?
Es posible, yo por mi parte nunca he podido
ver el mínimo indicio, sí que hay en ella tortugas acuáticas, posiblemente
autóctonas.
¿Y qué hay del campo? Los campos del término son de secano, pero
por ellos cruza una acequia natural, completamente seca (al menos este año),
también hay una balsa en una propiedad con un pequeño huerto, pero ni una
triste rana la habita.
Si que es cierto, que en la zona de “las granjas” se han visto
sapos, de hecho, el único que he podido observar este año ha sido en una
carretera de esa zona, un sapo común adulto, posiblemente macho, aplastado
recientemente, seguramente en la noche anterior.
Por otra parte, también he podido observar una pequeña culebra
viperina (Natrix Maura) chafada.
La gente del pueblo mata sin piedad a estos animales al
confundirlos con víboras, una lástima.
Situación actual y observaciones
Este año, he podido ver, a causa posiblemente de la sequía, una
gran disminución de población de anfibios, de hecho, el único que he podido ver
y del que tengo constancia, es un sapo común adulto aplastado en la carretera.
En cuanto a los reptiles, solo he podido observar una pequeña culebra viperina
aplastada, pero tal vez, lo que más cabe destacar es la disminución de
salamanquesas que ha experimentado el pueblo, pues así como en años anteriores
lo normal es ver grupos de 3-6 ejemplares por farola o punto de luz, este año
habían una o dos en una de cada 15 farolas del pueblo.
También he podido observar una de ellas muerta, posiblemente, a
causa de una enfermedad, dado que no presentaba golpes o traumatismos propios
de la acción humana.
A su vez, son pocas las crías de esta especie las que he podido
presenciar, parece ser que no solo ha disminuido drásticamente la población de
anfibios, sino también la de reptiles, en especial, la salamanquesa.
Los aviones (golondrinas y vencejos) también parecen haber
disminuido, pues así como otros años se veían grandes bandadas de estos
pájaros, ahora no hay bandadas, sino pequeños grupos.
Además, la desecación a causa de la sequía ha sido muy grave este
año
Con todo esto, esperemos que las personas del pertenecientes a
delegación del Medio Ambiente revise y actúe la situación en la que la
biodiversidad de Camporrobles se encuentra, haciendo hincapié, como no, en esos
grandes olvidados, los anfibios.
David Candel Arbó. Texto e imágenes
J. R, Casaña. Maquetación.