Existe un sitio, un paraje, un camino entre montañas, donde casi nunca
entra el sol, las ramas de sus grandes árboles lo impiden.
Es un sitio casi desconocido, poco visitado y poco transitado; conserva
la humedad de la noche y casi siempre mantiene un gran charco al principio del
camino, habitado por infinidad de pequeños invertebrados y en donde algunos
animales también beben, algunas veces te sorprende ver correr y saltar a
conejos y pequeñas ardillas.
En invierno, mantiene la nieve cuando cae durante muchos días, en verano
el frescor de su pinada invita a descansar en las horas de más calor y en el
otoño las nubes difuminan las siluetas de sus árboles, dándole un aspecto
misterioso.
Mi nieto con cuatro años, cree que es una montaña mágica, en donde
habitan los gnomos, fue hace unos días de excursión allí a buscarlos,
previamente se habían dejado, para que al encontrarlos saltara de alegría.
He paseado por este bosque infinidad de veces, era un privilegio poder
descubrir cada vez su encanto y siempre ver una cosa diferente.
El otro día fui por última vez en mi vida, a despedirme de este hermoso
lugar, sabiendo que nunca lo volvería a ver como lo había conocido, era solo
cuestión de horas, el último paseo, la última foto y el adiós.
Dos horas después pasó el fuego y lo arrasó todo.
Era el
incendio de Alcublas, adiós a la Cueva Sabuquera y al Barranco de Lucia.
Posiblemente mis nietos lo verán otra vez con sus grandes árboles, yo lo
guardaré en mi memoria.
Pilar Climent
Yo creo que no, y probablemente serán muy mayores. ¡Ah! Siempre que se implante una política adecuada y no lo vuelven a quemar. ¿No?
ResponderEliminarNo se puede contar mejor. Estuve allí y no podía creer que se iba a quemar ese precioso paraje.No quiero ir a verlo.
ResponderEliminarEn Navidad llevé a mi cuñado a coger musgo para su Belén, el ya no está y el lugar prefiero pensar que aun existe muy lejos de aquí y que un día volveré.