Hemos hecho algunas actuaciones para erradicar la enea
de las Balsas de la Silvestre y Pedrosa, pero estas plantas herbáceas perennes
del género Typha, no paran de crecer y expandirse.
Pese a la actuación integral que hicimos en la Balsa de
la Pedrosa, siguen erre que erre, saliendo con fuerza.
En la Balsa Silvestre que no teníamos, han aparecido
con fuerza, con los peligros que conllevan para los habitantes de las balsas.
El martes pasado tuvimos una agradable visita, Tolo y
Lola, su hija, no conocían los Gallipatos de Alcublas, como teníamos que hacer
una actuación sobre las eneas, les invitamos a que nos acompañasen y ellos
gustosamente accedieron.
Observamos que la Balsa Silvestre estaba prácticamente
seca, pero los técnicos de la Conselleria (Vicente Sancho) nos habían indicado
que era bueno para ellas el que se secasen, para así mejorar las condiciones de
su cubeta.
Aun pudimos observar cuatro ejemplares de Gallipatos (Pleurodeles waltl), a los cuales la coloración les habían cambiado bastante, debido
a la densidad del agua en la que habitan. Pasando a un negro intenso.
Después de observar a los gallipatos y de la emoción de
nuestros visitantes, empezamos a arrancar las eneas, sobre todo insistiendo mucho en sus
raíces, debido a que se expande por ellas con gran rapidez y puedes quitar las
hojas, pero si no arrancas las raíces ellas siguen creciendo y además con mucha
rapidez.
Conseguimos arrancar todas la eneas que tenía la Balsa
Silvestre, satisfecho del trabajo realizado.
Proseguimos la excursión y agradecemos a Tola y a Lola
su desinteresada colaboración.
© Gallipato Alcublano
Para algunos animales es bueno que existan eneas en las charcas, como a las hylas, pero es verdad que llegan a colmatar toda la charca. Además, evaporan gran cantidad de agua a través de sus hojas.
ResponderEliminarEn los "viejos tiempos" se segaban las hojas para hacer los asientos de las sillas y de esa manera se tenían controladas.
En los márgenes de las charcas con mucha profundidad no hay problema con ellas, ero en estas pequeñas charcas son un peligro.
¡Buen trabajo!
Efectivamente, en la Balsa de la Pedrosa, tuvimos que hacer una intervención con maquinaria. Como ya no entra el ganado, ni se hacen sillas, campa por sus lares.
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