La noche anterior la lluvia se había enseñoreado del
pueblo, llovió, llovió y no paro de llover. Habíamos quedado con los compañeros
de Roncadell, para efectuar una visita a las balsas del término y evaluarlas.
Paco y Carlos como clavos estaban a las 9.45 en lugar de
costumbre de quedar, la
Cooperativa de Alcublas.
No venia solos a Paco le acompañaban 5 voluntarios y
a Carlos le acompañaba, Francis y el
grupo de BioAgradables, en esta ocasión venían Héctor, Rafa, Emilio y Dani,
dispuestos, pese a la lluvia que nos seguía acompañando, a efectuar los
trabajos que nos habíamos propuesto.
Después de las presentaciones partimos hacia la balsa de la Pedrosa.
Nuestro objetivo hoy, era enseñar las actividades que hace
Roncadell, en este caso a través del Gallipato Acublano, para el cuidado y
custodia de las balsas.
En la
Pedrosa medimos su cubeta, la transparencia del agua, el pH,
que estaba en 6.2, lo que quiere decir que el agua esta muy correcta.
Hicimos muestreos y vimos a Gallipatos, huevos de
gallipatos y alevines de Gallipato, así como ninfas de libélula, Hygrobia hermanni, Hydrophilidae, Efemeras y algunos mas como renacuajos de Pelophylax perezi (Ranas).
Estuvimos visitando los alrededores de la Balsa y encontramos varias
sorpresa, vimos una Coronella girondica o culebra meridional, también nos apareció una
araña muy semblante a la Viuda
negra, pero parece que es una Latrodectus
lilianae o Steatoda sp., los
técnicos nos lo dirán.
Uno de los integrantes de la expedición encontró un Eslizón
ibérico (Chalcides bedriagai),
curioso reptil que esta entre medias de la culebra y la lagartija.
Era hora de reponer fuerzas antes de afrontar la próxima
visita, dimos cuenta de nuestros almuerzos y partimos hacia el Prao, seguía
lloviendo.
El Prao estaba exuberante y con muchos charcos, las
rodadas estaban llenas de agua, pero los Triops
cancriformis y los brachipus schaefferi
e Isaura mayeti ya habían cumplido su
ciclo, esperemos que vuelvan pronto.
Estábamos tan deseosos de ver si seguían estando las Isauras mayeti y los Triops cancriformis, que de no se por la
advertencia de una compañera, hubiésemos pisado el primer sapo corredor que nos
salio al paso.
Carlos, disfrutando de El Prao, iba descubriéndonos sus
misterios, empezó con una pareja de sapos corredores (Epidalea calamita), en amplexo, prosiguió con alacrán o escorpión (Scorpiones o Scorpionida) y mas tarde
con una escolopendra (Scolopendromorpha),
vamos un sin fin de avistamientos, que con su habilidad especial nos iba
mostrando, para nuestro asombro.
El Prao tenía algo de agua y los charcos estaban
presentes.
Tocaba
la hora de volver a comer al pueblo, nos despedimos de nuestros amigos y nos
congratulamos por lo buena, pese al mal tiempo que había sido la convivencia y
el trabajo.
J. R.
Casaña
Un día muy productivo. Ojalá se repita muchas veces y yo pueda acompañaros en alguna de ellas para disfrutarlo en vivo y en directo.
ResponderEliminarPor cierto, por fin el otro día pudimos sacar la serpiente que había en el algibe y seguía viva.La pusimos al sol y poco a poco fue despertando y moviéndose. Ya te enseñaré las fotos para que la veas.