La Pobla de
Vallbona es una localidad situada entre la Eliana y Benisanó, rodeada de campos
de naranjos en los que se encuentran anfibios como la rana común, el sapo
partero común y aunque se trate de algún ejemplar aislado, también el sapo
común.
También
destacan reptiles como la culebra bastarda, la culebra viperina y la lagartija
colilarga oriental, así como la salamanquesa común y la lagartija ibérica.
Queriendo
ir más allá, me propuse dar con el gallipato, tarea difícil dado que no consta
en el listado de especies de la localidad y hace décadas que se no tiene
constancia de él.
Pero habían
esperanzas, ya que a sido citado por varias personas, una me comento que hace
años logro observar uno con detalle en el pozo de una balsa de la zona del Tos
Pelat, pero que no era el único que había visto, sino que años atrás tuvo la
oportunidad de ver varios por esa misma zona.
Todo esto
empezó a verificarse a medida que avanzaba en su búsqueda, pues la descripción
dada concuerda a la perfección con este peculiar animal.
“Yo había visto tritones en las tiendas de
animales, pero el que vi era mucho más grande, marrón y muy escurridizo, andaba
lento y se encorvaba hacia fuera sacando unos pinchos de los lados, nadaba
raro, como una serpiente, pegaba las patas al cuerpo y lo movía”
He
recorrido muchos kilómetros visitando balsas, albercas, pozos... pero no he
tenido jamás la satisfacción de tener uno en mis propias manos. Son pocas las
personas que tienen constancia de él, y los que alguna vez han visto uno dicen
no haber visto ninguno mas.
La
desaparición se debe principalmente a la urbanización que ha sufrido la zona y
el abandono de la agricultura tradicional, lo que contamina las aguas y seca
las balsas en desuso. Aunque también, y no menos importante, la introducción de
especies exóticas, como la Gambusia.
Todo parecía
perdido, hasta que un día llego a mi una sorprendente noticia, habían capturado
uno en la piscina de un chalet, pues al llenarla con agua de una balsa de riego
deposito al animal en ella. La zona es el Periquillo, pertenece a Bétera, pero
queda a unos 650 metros del término de la Pobla de Vallbona, por lo que considero
de gran importancia. Contacte con una de las personas presentes en el lugar.
“Mi tío
lleno la piscina y apareció un bicho enorme en el agua, era un tritón, marrón y
muy gordo, mi tío decía que era un lagarto y que lo mejor sería llevarlo al veterinario
porque estaba muy gordo, hay una balsa cerca, pero esta vallada y mi tío nunca
había visto nada igual, lo metimos en un cubo, después en el suelo y escapó”
Como
conclusión, se puede decir que está presente, nadie hace nada, nadie lo
recuerda, pocos lo han visto, tal vez solo una leyenda, un mito, tal vez hayan
desaparecido, tal vez queden suficientes para poder contarlos con los dedos de
una mano, y no son eternos, la historia de un superviviente que desaparece, por
nuestra avaricia de urbanizarlo todo y querer dominarlo.
Un tesoro escondido y
secreto que se marchita, que se marcha...
David
Candel Arbó.
Interesante. Me he criado en la zona del Periquillo y jamás he visto gallipatos en las balsas y arquetas. Para el riego y las piscinas se usaba agua del pozo del Periquillo, aunque desde hace unos años el agua viene del canal de Benagéber.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
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