Las
ranitas de San Antonio son anfibios de pequeño tamaño que no suele
superar los 6 cm de longitud (58 mm en los machos y 60 mm en las hembras).
Presenta
un cuerpo ovalado, cabeza ancha y ojos grandes, prominentes de iris dorado.
Fácilmente
reconocibles por el intenso color verde brillante, aunque, dependiendo de su
entorno, son capaces de cambiar su color .. Poseen unas líneas que van del
marrón al negro dibujadas a lo largo de los costados de forma irregular y extendidas
en manchas más marrones. También presenta
franja en las patas anteriores y posteriores.
Sus
extremidades son esbeltas y los dedos (cuatro en las
patas anteriores y cinco en las posteriores con pequeña membrana interdigital
en estas últimas) con discos adhesivos adaptadas a sus hábitos trepadores que le permiten trepar por innumerables superficies.
Principalmente
les permiten subir fácilmente por la vegetación y mantenerse sobre las hojas
más lustrosas, siendo uno de los caracteres que las separan de las ranas
típicas, de fuertes ancas traseras adaptadas al salto.
La
piel es lisa y de un verde hierba en el dorso, mientras que el vientre resulta
ligeramente granuloso y de un gris pálido.
El
macho presenta un gran saco vocal que infla bajo la mandíbula al realizar su
llamada y desarrolla durante el periodo nupcial pequeñas rugosidades en el
primer dedo de las extremidades anteriores que le ayudarán a sujetarse a la
hembra durante el amplexo.
Se
encuentra en las zonas templadas de Europa y Asia, así como en el nordeste de
África.
Sus
lugares preferidos son los parajes con agua permanente, donde abunda la
vegetación exuberante a los márgenes de charcas, lagunas o ríos de corrientes
lentas.
Frecuenta
preferiblemente árboles, matorrales y otras vegetaciones densas que le permitan
camuflarse y que además estén próximas al agua.
Es
de actividad principalmente nocturna y crepuscular. Al principio de la
primavera permanece en las proximidades del agua, pero en verano y otoño
prefiere instalarse en los arbustos y en los árboles, ya que puede trepar
ágilmente gracias a los discos adhesivos de sus dedos.
Es
totalmente invisible entre el follaje, pues tiene la propiedad de cambiar
rápidamente de color pasando del verde al gris e incluso al pardo, el azul y
hasta amarillo.
A
veces se puede encontrar con manchas. Se alimenta de arañas y pequeños
insectos.
El
acoplamiento tiene lugar en la primavera, utilizando charcas o riberas
fluviales de aguas dulces y con abundante vegetación.
Los
machos atraen a las hembras con su potente canto, hinchando el saco vocal que
llega a adquirir un tamaño mayor que el de la cabeza.
Como
en el resto de especies de ranas, el apareamiento tiene lugar una vez el macho
haya conseguido atraer a una hembra con su llamada y durante la noche. La
hembra deposita paquetes con alrededor de 1000 huevos en racimos, los cuales
son fecundados externamente por el macho, realizando el denominado amplexo
axilar.
Después
de la metamorfosis, las ranitas miden de 15 a 20 mm de longitud.
Salvador
Viadel
Fotografías:
Salvador Viadel y Vicente Estelles
Maquetación:
J. R. Casaña
Que preciosidad de bicho, da gusto oir su canto por el dia en el jardin de casa. Un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias Luis, saludos afectuosos.
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