Había llovido durante la semana, era Agosto y la temperatura era aun calida, buenas lluvias para los revollones.
Con esas premisas salimos a dar una vuelta por nuestro querido Prao, para ver como estaban sus charcos, quizás cabía la posibilidad de que hubiesen eclosionado los Triops. Hacia tiempo que no los observábamos, en esto suena el teléfono y eran nuestros amigos de Pedralba, que venían a hacernos una visita, decidimos esperarlos y así acometer el recorrido juntos.
Estaban ya bastante adultos, e incluso sobre el agua se veían algunos cambios de muda, el agua no permitía demasiadas virguerías, estaba bastante turbia.
Entonces empezamos a sacar gavetas, botes, botellas y decidimos, que ya que no podíamos, debido a la turbidez del agua, observarlos, los sacamos y los depositamos en las gavetas.
Pensábamos que habían pocos ejemplares, pero no habían muchos y de gran tamaño. Lo cual nos lleno de alegría, por poder observarlos.
Si nosotros observábamos los Triops al mismo tiempo éramos observados por un magnifico ejemplar de Araña tigre, si alguien sabe a que especie corresponde que nos lo haga saber, gracias. De momento no llegamos a tanto.
Ya empezaba el hambre y decidimos almorzar, el día era agradable y la compañía muy grata. Después del almuerzo nos pusimos en faena de recoger las imágenes de los Triops en nuestras cámaras, consiguiendo unas imágenes muy bellas de este pequeño crustáceo notostraceo de la clase Branchipoda.
Devolvimos los bichicos a su hábitat y recogimos trastos, volviendo hacia el pueblo para hacernos un vermutico y charrar de la jornada.
Agradecemos a Salvador Viadel la cesión de su magnifica foto.
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