Limpieza Balsa de la Pedrosa 18 de Diciembre del 2010

Eran la 9.30 del sábado, ya estábamos los componentes del Gallipato Alcublano en la plaza de la Cruz,  al momento vimos los que venían de Valencia por la calle la Parra, Vicente, Paco y Carlos de Roncadell, también llegaban por el planillo, los compañeros de Pedralba, Manolo y José Luís, ya estábamos lo integrantes de la expedición, algunos colaboradores no pudieron acudir por motivos varios. Los comentarios sobre el frió que hacia eran generalizados, que si al llegar al alto, marca 2º, que si en el pueblo estábamos a 4º. En fin lo que daba el día y aun podíamos estar contentos que no llovía.

Llegamos a la Balsa y comprobamos que estaba helada, si helada que tenia una capa de hielo de un dedo de gorda. Se trataba de limpiar de las eneas (Thypha sp) y arrancarlas, debido a la gran proliferación de las mismas, lo que va en detrimento de la capacidad de agua, y eso hace que las condiciones de los anfibios y otros no sean las mejores.

La raíz de las eneas penetra fuertemente en la tierra y hace muy dificultoso su extracción, lo que se pretendía era extraer toda la raíz, para evitar su proliferación, que como hemos dicho va en contra de las mejores condiciones, para la flora y fauna de la balsa.

Las causas de la proliferación de eneas, es la total ausencia de ganado que abreve en la balsa, lo que hace que prolifere tanto la vegetación palustre.

Mientras unos actuábamos con las azadas, otros iban sacando las eneas y juntándolas en un montón. No era fácil su extracción las raíces profundizan mas de 15 cm. en la tierra y el agua reducía el impacto de las azadas sobre las raíces. Proseguimos con el tajo, pero las dificultades cada vez eran mayores y no conseguíamos avanzar.

Después de valorar como estábamos avanzando en la extracción de las eneas y de haber limpiado alrededor de 50 m, acordamos pasar informe a la GV y al Ayuntamiento de Alcublas, de imposibilidad de la extracción manual. Recomendando una extracción mecánica selectiva.

Nos habíamos ganado el almuerzo, la temperatura no subía y teníamos que reponer fuerzas. O sea nos pusimos a almorzar.

Entre bromas se desarrollo el almuerzo, quedando satisfechos de la actividad efectuada.

Recogimos todos nuestros pertrechos y así mismo toda la enea arrancada y dimos por acabada la actividad.

A la vuelta estuvimos visitando la balsa del Poderoso, cuya capa de hielo no nos fue posible romper de lo gruesa que era. Ya tendremos tiempo de hablar de dicha y por descontando que os agradará.