El 30
de Septiembre publicamos un artículo con el titulo de “PEDRALBA, SU MONTE,
TAMBIÉN SUCUMBIO POR EL FUEGO”, en el que
narrábamos las calamidades que asolaron este bonito pueblo de la Serranía Valenciana.
Han
pasado casi tres meses y decidimos visitarlo, para ver su regeneración después
del incendio.
Nos
recibieron nuestros amigos José Luis Sanmiguel y Salvador Viadel, dispuestos a
mostrarnos su pueblo y alrededores.
Empezamos
con la vista panorámica del pueblo y del río Turia desde la Ermita de Lujan, desde
donde se contempla los daños causados por el incendio.
De
allí pasamos a otro punto alto la
Cruz de la
Torreta, con otra perspectiva del municipio, desde donde se
contempla el entramado de sus calles y casco antiguo. En la cima hay una cruz,
de ahí su nombre, y su escritura, dedicada a una misión de PP. Dominicos, tiene
la curiosidad que el año 1940, tiene el cuatro al revés.
Visitamos
el paraje del Pontón que atraviesa el río Turia, pasarela que lo cruza que
anteriormente fue de tablas de madera, hoy de cemento, pero su estructura
metálica sigue igual. Remanso de paz y contemplación.
Era
hora de ir a las zonas afectadas y nos encaminamos a la Cueva Colomera, el paisaje
lejos del río era totalmente diferente, las huellas del incendio son muy
patentes. Dicha cueva, que no es tal, si no un hundimiento del terreno, pero de
gran profundidad, hay muchas marcas de anclajes, para practicar el descenso y
la escalada.
Bajamos
hacia el lugar que se le conoce como la Presa de Bugarra, donde existe una colonia de
Cormoranes, que van jugando por la corriente del río, subiendo y bajando. Para
después posarse sobre el lado que da el sol.
Aquí
se que se aprecia la voracidad del incendio, antes podías acercarte, para
fotografiarlos, pero ahora como ha desaparecido la vegetación, cuando te ven
salen volando y no es posible contemplarlos. Daños colaterales del incendio,
pero las cañas, sobre todo están empezando a brotar.
En
nuestro camino contemplamos una huella muy palpable del incendio, un algarrobo
desgajado por el fuego, parecía como naranja abierta en cuatro gajos. Eso si
que tardará en ser como estaba antes del incendio.
Pedralba
tiene en su curso del río una central hidroeléctrica, hoy automatizada, pero
que en la riada del 1957, Francisco Calduch
Navarro
apodado Paco “el Bugarrero”, trabajador de esta, alerto de la proximidad de la riada
al resto de la cuenca y favoreció con
ello, el que se pudiesen salvar mas personas de la catástrofe. El nombre de
ella es “Dynamis” su edificio es de 1924, perteneció a Eléctrica Pedralbina con
posterioridad paso a Hidroeléctrica y suponemos que hoy será de Iberdrola, toma
su agua dos kilómetros arriba de su edificio.
El
tiempo se nos iba tirando encima, pero aun tuvimos tiempo para ver los pozos de
la Serratilla,
curiosa enorme balsa reguladora, cubierta con rafia negra, acabada en 1995.
Las
despedidas siempre son dolorosas, pero obligaciones anteriores nos hacían
regresar rápidamente a nuestro pueblo. Agradecimos las atenciones de nuestros
amigos y nos alegramos juntos de que la naturaleza volviese por sus fueros.
Fuentes:
J. L.
San Miguel
Salvador
Viadel
J. R. Casaña.
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