Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

sábado, 20 de julio de 2013

El antes y el después.






Siempre hay un antes y un después. Es lo normal. Es el destino  de la vida, de la historia, de lo filosófico de los acontecimientos que se suceden sin parar  automáticamente. Es inevitable como la vida misma.
     Con este normal funcionamiento de las cosas podemos comparar y adquirir experiencias para después sacar las conclusiones, aprender de ello y a sí evitar cometer errores, sacando soluciones y  minimizar los  deterioros que se puedan cometer.
 Pero hay quien se empeña en romper el reglamentario funcionamiento   de hacer lo conveniente, lo practico, lo correcto para que ese después sea  evitable o se pueda prolongar.  O no suceda.



Y tener que sufrir las terribles consecuencias de no prevenir ese después  para prolongarlo en el tiempo todo lo posible para beneficio de las personas y las cosas y, también de la naturaleza.
 Entre otras muchas cosas, a lo que me refiero son los repetidos incendios, que casi puntualmente se suceden todos los veranos que muchos de ellos podrían ser evitados.



 ¿Cómo evitarlos? Pues dedicando tiempo. Atención e interés en cuidar los montes, con el presupuesto necesario para intentar en lo posible que estos hechos sucedan y que cuando sucedan tengan las mínimas repercusiones para que   las consecuencias no sean tan desastrosas como viene pasando.
    Rafa Casaña demuestra en su exposición de fotografía titulada -ANTES Y DESPUES-  con todo detalle, los resultados tan devastadores de esta, -que me atrevería a llamar-   negligencias de la administración.



Dedicada a otros menesteres que al parecer interesan más. Abandonando los montes de los pueblos de la Serranía que este año y el anterior  han sufrido tan  desastrosas secuelas del DESPUES tan horrible y que en gran parte se podría haber evitado.
Lo que ha supuesto la enorme desaparición de especies de animales, pájaros, árboles, arbustos y vegetación en general. Con la degradación del paisaje  y  del medio ambiente y que afecta  seguro  al cambio climático que tan amenazado está.
Pedimos a las autoridades correspondientes que tomen conciencia y que tengan presente ese  ANTES Y DESPÚES que también se refleja en las fotografías de Rafa Casaña en la exposición.



Gracias Rafa por tomarte ese trabajo y dejar constancia del desastre que significa el actual estado en que se encuentran los montes de la serranía, a la que tardaremos en ver y muchos ya no veremos, ese ANTES que tanto nos gustaba y, que tantos beneficios reporta para todos y ahora  desaparecido y no sabemos por cuanto tiempo.
                          


José L. Sanmiguel.

Imágenes: José Luis Sanmiguel
J. R. Casaña
 

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