Nos acercamos al Navajo de la Montanera y empezamos a
ver unos seres pequeños de entre 1 y 1.5 cm, era el día 23 de junio, rodeaban todo
el navajo y había centenares.
La emoción nos embargaba, tan pequeños y tantos, teníamos
que andar con mucho cuidado para no pisar alguno de ellos.
Hicimos un muestreo y nos percatamos que eran
metamórficos de Epidalea calamita o
sapo corredor.
Es la fase en la que algunos ya han perdido la cola de
renacuajo, pero siguen sin determinarse a abandonar su balsa.
Teníamos algo de prisa y decidimos posponer el estudio
para más adelante, si seguían estando.
Volvimos el día 29 y si, seguían estando en el
Navajo de la Montanera.
Aunque más oscuro que en estado adulto la raya que les
cruza la espalda se veía claramente.
Seguían llenado toda la orilla había centenares, se ve
que la puesta tuvo las mejores condiciones y os renacuajos estaban
metaformeandose correctamente.
Realizamos el material grafico para así poder daros a conocer
esta maravilla de la naturaleza.
Al poco rato los dejamos en su medio tranquilamente a la
espera que abandonen el navajo y sigan su camino.
J. R.
Casaña
por lo visto si fue buen año para todos los anfibios.
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