El jueves 16
vinieron los compañeros de UVUA, tomaron contacto con la Balsa de la Pedrosa y
el trabajo a realizar, que se presentaba harto difícil.
La
actuación debía de ser lo menos perjudicial para el monte, debió al estado en
que se encontraba.
La misión consistía
en impedir el acceso de la ceniza de los incendios a la Balsa de la Pedrosa,
debido a que su disolución en la balsa dañaría a sus habitantes y significándoles
una muerte segura.
Valorada la
actuación, salieron hacia Valencia a recoger a los Voluntarios que iban a
participar en la acción, empezaba la actuación.
A su
llegada se acomodaron en el Albergue municipal, había que descansar el viernes
había que ir al tajo. Veintiséis voluntarios: Carlos, Ana, Ángel, Lázaro, Mercedes,
Ícaro, Nino, Coral, Carlos, Sonia, Jesús, Alejandro, Carmen, Julián, Jesús, Laura,
Juani, Víctor, José Manuel, María, María, Rafa, Luis, Luis, Visa, Amparo, Alicia
………………………………….
Era la primera
noche de convivencia y encuentros. Montar infraestructuras y conocimientos
personales.
El viernes
a las 8 de la mañana partieron hacia la balsa, tenían que empezar su concierto
faginero.
Los objetivos
eran:
Evitar, en
la medida de lo posible, el aporte de cenizas y sedimentos a la charca La Pedrosa.
Gestionar
el flujo de agua para mantener el nivel natural de agua en la balsa.
Contener el
suelo para evitar la pérdida del mismo a consecuencia de la erosión por
escorrentía.
Proteger la
biodiversidad palustre.
Ayudar, en
la medida de lo posible, a la regeneración y conservación de la Reserva Natural
de La Pedrosa.
Mucho tajo,
pero también muchas ganas de hacerlo por parte de los integrantes de UVUA.
Las tareas
se fueron perfilando y cada grupo avanzaba en la realización del proyecto. Unos
transportaban arena y piedra, otros hacían acopio de material vegetal para su
utilización en la construcción de las fajinas y badenes.
A las 12,
que nunca lo eran, vuelta al Albergue, a reponer fuerzas y descansar.
Por la
tarde, cuando bajaba la fuerza del sol, vuelta a la Balsa a proseguir el duro
trabajo, los sombreros y gorras se hacían muy necesarios. Pero el grupo ya se
iba conexionando y poco a poco se iban conociendo. Las risas ya empezaban a
aflorar.
Después de
cumplidos con creces los objetivos del día vuelta al Albergue, para cenar y
emprender actividades más sedentarias.
El sábado los
objetivos eran:
Estacado y
sujeción de los troncos guía para limitar las terrazas de piedra (fajinas), así
como los badenes.
En el caso
de las fajinas (2-10m de longitud) las ramas recogidas se ataran en garbones y
se realizara un leve zanja de no mas de 10 cm de profundidad para afianzar su
sujeción. Una vez puestas sobre la zanja, tras ellas se depositaran los capazos
de grava que se esparcirán al efecto de la ralentización de las escorrentías.
La
disposición de las fajinas siguiendo la pendiente permitirá asimismo la
redirección de los flujos de aguas y se colocaran intercaladas consiguiendo con
ello desviarlos fuera de la cubeta de la charca.
Los badenes
están constituidos por ramas, rocas y tierra en la superficie para evitar el
aporte de agua por los caminos. Sus dimensiones de acuerdo con el croquis
adjunto serán de unos 80 cm de ancho por 20 cm de alto.
El color
predominante en caras y ropa era el negro, pero las sonrisas estaban acompañándonos.
Mismos esfuerzo que el día anterior y misma entrega, los objetivos se estaban
cumpliendo.
Por la
noche después de duchas y cenas, salieron a conocer con más profundidad,
nuestro pueblo y sus posibilidades de diversión, fue un placer el acompañarles.
Pero al día siguiente seguía el tajo y
no era cuestión de llegar tarde al mismo.
El domingo
cumplidos los objetivos tocaba, retocar los últimos detalles, recoger
herramientas, y limpiar el área de actuación.
Tuvimos la
visita de los concejales del Ayuntamiento de Alcublas, Joaquín Sanz y Santiago
Cabanes, quedando muy satisfechos de la actuación desarrollada.
Nos comunicaron
que los Voluntarios de UVUA se pasasen por la Cooperativa de Alcublas, que les
iban a hacer un detalle y ensañarles las instalaciones de la misma.
La noche
anterior había pasado factura, así como los días de duro trabajo y los
sonrientes rostros denotaban cansancio.
Amparo
Civera, gerente de la Cooperativa, hizo de maestro de ceremonias, como lo sabe
hacer, muy bien.
Tocaba
recoger en el Albergue y partir después del trabajo realizado, pues mover a 26
voluntarios no es tarea fácil.
Aun
volvimos por la tarde a visitar la Pedrosa, dar un último vistazo y despedirnos
después de los días transcurridos en
ella, con la satisfacción de haber conseguido los objetivos.
Fuentes:
UVUA
Gallipato
Alcublano
J. R.
Casaña