Nuestra fauna lleva ya
décadas experimentando un declive global generalizado a causa, en gran parte,
de factores humanos como son la contaminación y degradación del medio ambiente.
Pero por desgracia, son
muchos los factores que influyen y son muchas las causas del problema, y entre
ellas nos encontramos con los efectos trampa.
Los efectos trampa son, a
menudo, fruto de la desaparición de la agricultura tradicional, el abandono de
infraestructuras hídricas o su mala gestión.
Durante muchos años la
agricultura, junto con la caza, han favorecido la presencia de anfibios al
crear múltiples puntos de agua que tan necesaria es para completar su ciclo de
vida, en las dos o tres últimas décadas los métodos de realización y la
evolución constante en busca del máximo beneficio han supuesto que muchos de
estos puntos de agua se abandonasen, quedando totalmente inutilizados.
Durante la primavera y
otoño, e incluso durante las ocasionales lluvias estivales, estos puntos albergan
agua y se convierten en perfectos puntos de cría para anfibios, que acuden a
ellas en busca del líquido elemento.
El problema viene cuando
estos puntos se desecan, grandes paredes lisas completamente verticales a pleno
sol, los animales que caigan o no hayan podido escapar a tiempo sobrevivirán
con la escasa humedad que puedan encontrar, con suerte, bajo el sustrato o
entre los escombros, alimentándose de los pocos insectos que puedan caer,
roedores en caso de ofidios.
Las principales causas de
muerte son la desecación, la inanición y la hipertermia
Los herpetos (reptiles y
anfibios) son animales que pueden permanecer largos periodos de tiempo sin la
necesidad de alimentarse, lo que se traduce en una muerte lenta y angustiosa.
Pero, ¿Cómo combatir esta
tragedia? Bien, no es tarea fácil y la única de manera de solucionar el
problema es instalar rudimentarias rampas que faciliten su salida, tan simple
como eso.
Serpientes y lagartos
pueden trepar por un palo, tal vez los anfibios lo tengan más difícil, aunque
añadiendo múltiples refugios en la zona más húmeda del efecto el problema se
amortigua, pues lo más probable que logren escapar con las próximas lluvias.
Esto es un problema actual
y debemos solucionarlo a toda costa, a veces no llegamos a tiempo y nos
encontramos con animales en condiciones nefastas o, simplemente, hallados sin
vida, pero el mero hecho de salvar una vida reconforta y motiva, a seguir
adelante con esta labor.
Yo, personalmente os animo
a ello, salir al campo, disfrutad de ello, satisfacción asegurada.
David Candel Arbó
Maquetación Rafa Casaña