Hace
tiempo que deseaba visitar el centro de recuperación de especies del Saler y, más
concretamente, la piscifactoría dada mi devoción hacia el gallipato.
Nos
reunimos Ángel, Rafa, Luis y dos chicos que conocimos por primera vez, Antonio
y Rubén, de Bétera, ambos amantes de la herpetología como todos nosotros.
Fuimos
temprano a visitarla, quedamos en el mirador y de allí nos dirigimos hacia el
lugar indicado.
Nos
atendieron muy amablemente y por fin entramos, quedamos fascinados en aquella
especie de laboratorio botánico en el que podíamos observar plantas
semiacuáticas cuidadosamente cultivadas.
Pero
no estamos aquí para ver plantas, sino gallipatos, así que nos metemos en otra
sala, ya con grandes contenedores con agua filtrada donde albergaban y, mejor
dicho, clasificaban a los samaruc, muy interesante.
En
la tercera sala vemos varias urnas, por una parte pequeños galápagos autóctonos
y por otra, tres ejemplares de gallipato, al parecer, dos de ellos, hembras,
incautados de tiendas y un macho adulto de la población de Villena al que
extrañamente le faltaba un ojo.
Nos
comentan que los tienen de exposición, y el ejemplar más veterano, Angelina,
una hembra adulta que llevaba la friolera de 6 años en el centro, es un
gallipato de gran tamaño, cerca de 25 cm's y muy robusto, observo que esta
extrañamente inflamado y llego a la conclusión de que se trata de una
hidropesía, una acumulación de liquido severa, además, sus ojos se presentaban
nublados, algo no iba demasiado bien...
Pasamos
a las instalaciones exteriores, piscinas en desuso, menos una, en la que
reproducen los gallipatos, algas, nenúfares y planorbius (caracoles invasores
no dañinos para ellos), no pudimos verlos, son demasiado esquivos.
También
pudimos ver el lugar donde reproducen los galápagos, realmente interesante.
Salimos
de allí con buen sabor de boca y conocemos a varios miembros del centro, le
comento al veterinario el tema de Angelina y dice que más tarde lo miraremos.
Seguimos,
almorzamos y llegamos al centro de recuperación de especies, allí nos dieron
una breve charla general, vimos principalmente aves y otra especie que, como
amante de la herpetología, tenía ganas de ver, la tortuga mediterránea, al
parecer allí las crían, tuvimos la oportunidad de verlas de cerca y visitar
desde dentro su instalación, una maravilla.
Nos
mostraron también la fatal situación de las tortugas acuáticas exóticas, que la
gente compra pequeñas y crecen hasta hacerse verdaderos monstruos, el caso es
grave, y desde aquí, informamos de que su repercusión en el medio natural es
real, pues depredan sobre la fauna autóctona y compiten con los galápagos
autóctonos, llegando a desplazar sus poblaciones hasta prácticamente
diezmarlas.
Nos
traen a Angelina para verla, el veterinario el realiza una radiografía y
confirmamos que, evidentemente, se trata de un severo caso de hidropesía.
Su
enfermedad se diagnóstico tarde y la patología ya está bastante avanzada, no
obstante, el animal come y se muestra activo, confiamos en esa resistencia nata
que poseen los gallipatos.
Mucha
suerte Angelina, fue un placer ayudarte.
David
Candel
Imagenes:
David
Candel
Rafa
Casaña.