Es
muy gratificante verlos por nuestras balsas y navajos, su apariencia nos
subyuga y nos hace su contemplación muy agradable.
La sequía que nos acompaña durante años, nos ha obligado a tirar mano de nuestros archivos.
Este
año, como los anteriores, no ha llovido, lo cual ha provocado poca actividad
para los anfibios.
Los
anfibios andaban desorientados en su ciclo habitual, poniendo puestas en
charcos efímeros, condenadas un total fracaso.
No
hay que desesperar, la vida sigue y la naturaleza es imparable.
Hemos
preferido traer imágenes de estos maravillosos anfibios, con sus melenas al
viento, que nos haga mas agradable, la espera de las lluvias.
Seguiremos
con esperanza las nubes que pasan de largo, desean que alguna nos favorezca con
su agua.
Rafa Casaña.