Especies invasoras (XXXIII)
No teníamos
bastante con la cucaracha alemana, oriental y americana, que ahora se sabe que
tenemos otra cucaracha invasora la cucaracha de banda marrón.
Recibimos la noticia
a través de nuestra amiga Xelo Miralles, que nos pasaba una nota de prensa de La Vanguardia, en la que
hacia referencia a este insecto casero, tan desagradable.
Ya tiene
colonias fijas en Madrid y Barcelona, e incluso la Asociación madrileña de
empresas de desinfección le ha dedicado sus XXI Jornadas técnicas que se
celebrarán el próximo 12 de febrero, debido a la preocupación que les ha
causado.
A diferencia
de las otras cucarachas, no le es necesaria mucha humedad, por lo que la
podemos encontrar en cualquier lugar de nuestro entorno, incluso en techos.
Es muy
austera no necesita comer mucho, el alimento preferido es la cola con que se
pegan los libros, por lo que la podemos encontrar en ellos o su entorno,
también en las paredes empapeladas.
Sus hábitats
tan diversos es lo que la hace más difícil de combatir y tampoco le gustan los
atrayentes convencionales. Tampoco se ha descubierto un insecticida, como las
bolas de gel, que las dañe. No les gustan por lo que no los comen. No se ha
encontrado aun un atrayente que las seduzca.
Recibe el
nombre de cucaracha de banda marrón debido a las líneas que cruzan las alas del
adulto, pero mas concretamente a las
bandas marrón pálido que cruzan el cuerpo de la ninfa.
Las hembras
no pueden volar, no así los machos que lo hacen con facilidad. Siendo los
machos más grandes que las hembras.
Las hembras
llevan consigo la ooteca de 24
a 36 horas, pegándolas con una secreción en paredes,
techos, repisas, muebles, etc.
La hembra
producirá alrededor de 14 capsulas de huevos, en los que pueden haber unos 18
huevos, llegando a eclosionar no mas de trece huevos por capsula. La
temperatura manda el tiempo de eclosión de los huevos, promediando 160 días.
Los adultos viven alrededor de 200 días.
Partiendo de
la base que la erradicación total es muy difícil de conseguir, hay que aplicar
criterios para bajar su presencia y conseguir reducir la población del insecto
plaga a cantidades que no sobrepasen el umbral de tolerancia fijado para ese
lugar específico a tratar.
Para ello se
han creado protocolos que se llaman Manejo Integrado de Plagas (MIP), que conseguirán paliar la presencia de
estos insectos. El MIP consta de una serie de pasos: identificación, inspección,
métodos no químicos, métodos químicos, educación al cliente y seguimiento.
Hay que
pensar que estos insectos no son angelitos pues son portadores de enfermedades
muy peligrosas, como Lepra (Mycobacterium leprae), Peste bubónica (Pasteurella
pestis), Disentería (Shigella alkalescens), Diarrea infantil (Shigella
paradysenteriae) y un largo etc.
Así pues, el
tiempo y la efectividad de los sistemas que a partir de ahora se establezcan
para controlar su propagación serán determinantes para saber si la Supella longipalpa se
convertirá en una especie habitual en nuestro entorno.
Fuentes:
Gallipato
Alcublano
http://www.lavanguardia.com/vida/20130205/54362700851/nueva-cucaracha-supella-longipalpa.html
http://www.google.es/imgres?imgurl=http://www.naturamediterraneo.com
https://www.google.es/search?q=Supella+longipalpa&hl
http://bugeric.blogspot.com.es/2009/11/university-roach.html
http://www.goliathgel.it/
http://www.plagasonline.com.ar/plagas/detalle.php?id=63