Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

miércoles, 29 de mayo de 2013

UN VOLUNTARIO UN ÁRBOL (UVUA) VUELVE A LA BALSA DE LA PEDROSA DE ALCUBLAS.



Al fin después de muchos contratiempos, nos volvimos a encontrar con los voluntarios de UVUA, caras conocidas y caras nuevas, estaban otra vez en Alcublas, para dejar el entorno de la Balsa de la Pedrosa, como estaba antes de su actuación en el mes de agosto de año pasado.

Su actuación evito que entrase la ceniza del incendió forestal que asoló el termino de Alcublas el año pasado.

El viernes fue la toma de contacto, fueron llegando al Albergue y compartimos mesa y mantel en una cena entrañable y amistosa.



El sábado ya estaban actuando, pues era mucha la faena que había que realizar y no se disponía de tantos medios como en el verano (exámenes), pero allí estaban, entusiastas dispuestos a dejar la balsa en su estado anterior.

Empezaron con las acequias auxiliares, se tuvo la suerte que pasó Toni con su tractor que facilito mucho la faena y removió la tierra. Tapándolas para así inutilizarlas.



El Gallipato Alcublano había rescatado ninfas de gallipato y renacuajos de pintojo y partero de la Balsilla que se esta secando y les cedimos los honores de introducirlos en la Pedrosa, lo que hicieron gustosamente.

El siguiente tajo fue destaponar el aporte de agua de la Rocha Juliana y volver al nivel, para su perfecta entrada a la balsa.



El arrastre de los árboles quemados desde el monte a la carretera, también habían cegado la acequia que recepciona el agua proveniente de la Rocha  Juliana, que se dejo en su estado inicial.

Tocaba comer y se fueron al Albergue, para hacerlo y tener un merecido descanso.



Por la tarde con renovados ímpetus tocaba proteger la balsa con unos muretes, que por cierto se hicieron de piedra seca, y plantar árboles, pero de esto hablaremos en otro artículo.



Se empezó a buscar piedras, para que los “pedrapiquers” fuesen efectuando
los muretes, para impedir la circunvalación a la balsa por lo coches y facilitar la recuperación de flora de la misma.

No era un trabajo fácil el confeccionar los muros, la rotura de alguna herramienta hizo que se ralentizase el trabajo, pero las ganas eran muchas y se fueron capeando los problemas.



El sol ya estaba decayendo, les pedí una foto del grupo, la hicimos y continuaron con su labor de ayuda a la naturaleza, cuando ya estaba anocheciendo volvieron al Albergue, pensado que era mucha la faena pendiente que retomarían al día siguiente.



El domingo, puntuales, volvieron al tajo, tenían que acabar el segundo murete y rematar todos los tajos, los estudios habían obligado a algún voluntario, retornar a Valencia, por lo que no se contaban con las mismas fuerzas.

Pero se siguió la hoja de ruta, para dentro de lo posible dejar los trabajos terminados.

Agradecemos todo el trabajo realizado al grupo de voluntarios de UVUA y esperamos seguir colaborando en futuros proyectos.

J. R. Casaña.