Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

jueves, 24 de abril de 2014

34 Alevines de partero común (Alytes obstetricans) rescatados del Navajo de la Casica Vieja.


La tristeza nos acompañaba en el recorrido por nuestras balsas y navajos, todo era sequedad y ausencia de agua, con estas condiciones la vida era muy poco posible.

Llegamos al Navajo de la Casica Vieja o de Teresa y las expectativas eran las mismas, seco y muy seco.


Parecía que existía un ínfimo lugar con agua y esta se movía.


Cogimos los útiles de muestreo y cuál no sería nuestra sorpresa cuando vimos que habían en su interior una gran cantidad de renacuajos que se estaban ahogando.


El espacio con agua no les permitía casi ni respirar, ni tan siquiera era agua propiamente dicha, sino una especie de barro caldoso, en el que luchaban por supervivir.

Sabemos que no es conveniente el rescatar anfibios y trasladarlos a otros lugares, por lo peligros que ello conlleva, pero no pudimos resistirnos. Es tan poca la vida que estamos viendo en nuestras balsas.


La lejanía de la orilla dificultaba, más, el poder recuperarlos, las pozas que habían hecho los jabalíes en su afán de revolcarse en el lodo, tampoco facilitaban el acceso al minúsculo charco.

Preparamos las gavetas con agua limpia, para poder depositarlos en ellas.


Sacábamos cada vez un montón de ellos, parecía imposible que ese espacio tan reducido existiesen tantos alevines.

34 fueron los alevines que recuperamos de ese pequeño charco, el que parecía no hubiese vida.


Valoramos donde los podíamos transportar, en las inmediaciones estaba todo seco, por lo que decidimos que lo más positivo sería, tanto por proximidad como por tener agua, llevarlos a la Fuente y abrevador de las Dueñas.


Hacia allí nos dirigimos y si, el agua manaba de la fuente, poco pero manaba, y el abrevadero tenía agua y vida, por lo que consideramos que era la mejor ubicación.

Eso nos permitiría si la lluvia llega algún día el poder devolverlos a su original espacio.


Repetimos que no somos partidarios de estas acciones, pero esta vez y por las difíciles circunstancias el hacerlo.

Esperamos prontamente devolverlos a su hábitat original.

J. R. Casaña