Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

martes, 6 de enero de 2015

ACABAMOS EL AÑO 2014 VISITANDO LOS ANFIBIOS DE LA PUEBLA DE VALLBONA.



Tenemos la suerte de contar con amigos y colaboradores, que nos ayudan a llevar adelante nuestro lema, "sumar es lo importante", que han tenido a bien compartir con su última salida por el termino de la Pobla de Vallbona, muchas gracias.

Salida 21-12-14
Hora de salida 9:30

Zona “las ovejas”
Primer punto de agua visitado, “Balsa las ovejas”:
Cabe destacar la presencia de rana común Pelophylax perezi en la alberca, habiendo observado 2 ejemplares en ella así como un número reducido de sus renacuajos, que eran escasos en la balsa.
Observamos un erizo común europeo Erinaceus europaeus adulto y un jilguero Carduelis carduelis ahogados, es frecuento encontrarse, sobretodo, erizos ahogados en albercas, aljibes y balsas dado que caen accidentalmente a ellas y no son muy buenos nadadores, además, el efecto trampa de albercas y piscinas impide la salida de cualquier animal que caiga en ella lo que normalmente conlleva a la muerte del animal.
También es notable un descenso del nivel del agua, aún así, y a diferencia de otras tantas, el agua se presenta cristalina y aparentemente limpia pudiendo observar a su vez vegetación como la cola de zorro o el “pan de rana”.
Podemos avistar a su vez desechos humanos en el interior del agua, como bolsas y botellas.
Es posible detectar la presencia de notonectas, larvas de mosquito y pulga de agua o daphnia, siendo este uno de los puntos de agua donde parece prosperar bien esta última.


“Balsa del sapo / Charco del sapo”
La situación de estos dos puntos de agua era, en caso de la pequeña alberca, normal, aunque a diferencia de la última vez que lo visité esta vez no vi ni un solo renacuajo.
Por otra parte, la acumulación de agua presente en uno de los extremos de la acequia presentaba un aspecto sucio, ya que en él había una naranja en estado de descomposición y ramas de caña que daban ese aspecto “enfermizo”.
Casablanca
Seguimos nuestra ruta llegando a la urb. Casablanca, donde nos esperaba una ruta ajetreada dado el número de albercas y aljibes presentes en la zona.
Por desgracia, no todos los puntos visitados presentaban vida y, mucho menos, un aspecto saludable, ya que en muchos de los puntos el agua estaba turbia y apenas se lograba ver algo.
Tal vez, dicha turbidez se dé a causa de el vertido de sedimentos arrastrados por las pasadas lluvias a través de las acequias y canales que comunican con ellas.
En cualquier caso, algunos de los aljibes no presentaban vida alguna a pesar de ofrecer las condiciones adecuadas, lo que me lleva a pensar cuál será la causa de ello.
Aquí una fotografía de uno de los puntos de agua anteriormente detallados:



Balsa “la lombriz”:
Seguimos la ruta dejando atrás aquellos aljibes sin apenas vida para empezar a presenciar los primeros anfibios de la zona.
Se pueden observar dos ejemplares de rana común (Pelophylax perezi), lo cual me lleva a pensar sobre su presencia en dicho punto dado que llevaba mucho tiempo seco, aunque la hipótesis mas razonable es pensar que se hayan “trasladado” desde otro punto cercano, lo cual es muy probable.



Cabe destacar la presencia de lombrices en la alberca, pero, no solo la cantidad, sino su tamaño, llegando a confundir a alguna de ellas con pequeñas culebras viperinas dado su grosor y forma.



El nivel de agua era bajo, y la presencia de larvas de mosquito era evidente.

Balsa “la Presa”:
Seguimos el camino y nos dirigimos dirección a la próxima balsa, la “balsa la presa”, llamada así por el borde que presenta por el cual desborda el agua de la misma.
El agua está muy turbia y no se alcanza a ver el fondo.
Pero, a pesar de la turbidez, pudimos observar dos pequeños renacuajos de sapo partero común (Alytes obstetricans) de aproximadamente unos 5-6 días de vida, lo cual nos hace llegar a la conclusión de que criaron hace poco, buena noticia.
Lo que no fue demasiado agradable fue presenciar la gran cantidad de desechos tóxicos que se amontonaban en el suelo.


Balsa “la Higuera”:
Después de visitar la “Balsa la presa” nos dirigimos a la “Balsa la higuera”, apenas a una parcela de distancia de la balsa “la Presa”.
Hace años esta balsa parecía albergar ejemplares aislados de gallipato (Pleuredeles waltl), habiendo sido citado hasta dos veces en dicho punto.
Lamentablemente, no se ha vuelto a citar su presencia y el último ejemplar avistado data de 2005 aproximadamente.
La balsa presentaba un aspecto preocupante, el agua estaba muy turbia cuando lo normal es que esta balsa albergue agua limpia y cristalina, además, en ella no hemos podido observar vida de ningún tipo de anfibio, lo que tampoco es normal, teniendo en cuenta que en ella residía una pequeña población de rana común (Pelophylax perezi).

 



Balsa “la Rana verde”:
Después de visitar la “Balsa la higuera”, nos dirigimos hacia el norte, al encuentro de mas anfibios, lo que nos lleva a visitar la “Balsa la Rana verde”, bautizada así por el enorme ejemplar de rana común (Pelophylax perezi) que allí se encontró, tampoco creo que haga falta decir que la rana, como era de esperar, era verde.
Hace años atrás, en ese mismo aljibe tuve la oportunidad de ver un sapo partero común (Alytes obstetricans) adulto en el agua, lo que me sorprendió teniendo en cuenta sus hábitos terrestres y nocturnos. Y hoy, como era de esperar había una gran cantidad de renacuajos, en su mayoría de sapo partero común.
El nivel del agua no era alto y la verdad es que era un poco más bajo de lo común.



Balsa Oculta 2:
Después de quedar impresionados por la abundancia de renacuajos de la “Balsa la Rana verde”
Xavi y yo nos dirigimos a la siguiente balsa, una balsa oculta como indica su nombre y además, tapiada.
En ella pude avistar renacuajos anteriormente, de rana común supongo y alguna escolopendra ahogada.
Aunque hoy, lo que hemos podido presenciar no nos ha gustado nada en absoluto, pues en su interior yacía el cuerpo sin vida de una culebra lisa meridional (Coronella girondica), una especie de hábitos terrestres principalmente que accidentalmente cayó al agua.
Era un ejemplar adulto, de unos dos palmos de largo y apagada coloración pese a que aún no había iniciado el proceso de descomposición.
En parte, el avistamiento de esta culebra es beneficioso, pues pese a que el animal no estaba vivo podemos decir que la culebra lisa meridional está presente en el término de la Pobla de Vallbona, junto a la culebra bastarda y la culebra viperina.
Nos vamos de esa balsa esperando no volver a ver nada parecido.




Balsa marrón:
Nos vamos de “Balsa oculta 2” algo desmoralizados y seguimos la ruta hacia el siguiente punto de agua, la “Balsa marrón”, llamada así por el color de sus aguas, que presenta, no se sabe porque, un tono amarronado.
No esperaba ver nada, pues en esa pequeña alberca el agua siempre había sido escasa y con un aspecto algo “ácido”.
Sin embargo, y a pesar de lo que esperaba, la balsa presentaba vida, pues pudimos observar un ejemplar de rana común (Pelophylax perezi) y lo que parecían renacuajos de Bufo, que resultarón ser de sapo partero común (Alytes obstetricans), como de costumbre.





Aunque, lo que hemos podido observar es que la coloración de los renacuajos de sapo partero común (Alytes obstetricans) es muy variada y que va, desde el marrón muy oscuro, casi negro hasta el marrón amarillento que los caracteriza.

  

Balsa del Gallipato:
Por fin llegamos a la Balsa del Gallipato, llamada así por el ejemplar que se capturó en ella años atrás.
Hace unos meses se introdujo gambusia, aunque por suerte parece no haber prosperado con éxito, con lo que ello conlleva, un enorme beneficio para las especies autóctonas que en la balsa habitan.
El agua tenía un tono verdoso y estaba turbia, y a pesar de lo que esperaba no conseguimos localizar vida en ella, si en su pozo (que parecía haberse llenado un poco durante las lluvias) habitado por una pequeña población de rana común (Pelophylax perezi).




También visitamos, a escasos metros, la balsa donde se dice que hace años se criaban gallipatos.

El agua parecía limpia y la piscina estaba llena, sin embargo, no pudimos presenciar nada en ella.



Balsa azul:

Dejamos la “Balsa del gallipato” y partimos hacia casa, pero no sin antes pasar por la carismática “Balsa azul”, llamada así por el color que cubre sus paredes.

A primera vista parecía desolada, parecía no haber nada, sin embargo, no es la primera vez que hurgando en un agujero que hay en ella sale una rana o culebra, así que decido probar suerte.
Y efectivamente, allí estaba, salen notonectas y acto seguido, una gran rana común (Pelophylax perezi), que a su vez embiste unas algas de la que salen disparados un par de renacuajos de sapo partero común (Alytes obstetricans). 



Observaciones:

Lo que Xavi y yo hemos podido observar es que los anfibios, pese a estar en Diciembre, no han empezado aún a hibernar, como es de costumbre. Hemos podido observar que las ranas presentaban un color oscuro a causa, seguramente, del frío, pero a pesar de ello seguían con cierta actividad.
Hemos podido observar también bastantes renacuajos de sapo partero común, y en su gran mayoría presentaban una coloración algo inusual, muy oscura, de hecho a simple vista se les podía confundir con pequeños renacuajos de Bufo, del que no tengo constancia en Casablanca.
Una turbidez gris oscura estaba presente en algunas de las balsas más grandes, lo que da que pensar.
También pudimos observar un claro aumento del nivel del agua a causa de las pasadas lluvias y que, en algunas balsas de determinada zona de Casablanca no había vida pese a mantener agua permanente durante todo el año y agua aparentemente limpia.
Después de esta salida podemos también añadir al catálogo de especies de la Pobla de Vallbona la culebra lisa meridional (Coronella girondica), una especie terrestre que, por lo que parece, habita en la zona del Tos pelat.
Hemos sido también, testigos de el efecto trampa que suponen albercas y balsas, como víctimas principales pequeños mamíferos y pequeños pájaros, aunque no podemos descartar reptiles, anfibios y como no, insectos.
En este caso hemos podido observar un erizo común europeo, un jilguero y una culebra lisa meridional.
Aunque tiempo atrás he podido ver pequeños conejos, libélulas, mirlos y ratones.
Podemos decir con orgullo y satisfacción que no hemos podido observar gambusia en la “Balsa gallipato”, donde hace casi un año se introdujeron ejemplares y por un tiempo perduraron.

David Candel Arbó

Maquetación: J. R. Casaña