Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

jueves, 4 de junio de 2015

LAS AMAPOLAS SIGUEN Y EL AGUA VOLÓ


Pues si el color del monte es verde y las amapolas siguen estando en él, pero el agua de las balsas y navajos voló, voló.


La poca lluvia que ha caído estos no ha nutrido las escuálidas balsas, los renacuajos empiezan a tener problemas, habrá que solventarlos.

En La Balsa Calzón, la cubeta de cemento le hace retener el agua algo más de tiempo, pero en sus entradores no había señales de que hubiese corrido el agua. 


En el Chariz de la Balsilla he tenido una agradable sorpresa un metamórfico de corredor ha salido a mi encuentro, con sus pasos rápidos, vendría huyendo de la sequía de la Balsilla.


Después observando  la seca Balsilla, me ha vuelto la tristeza de la sequía tan grande que tenemos desde hace ya dos años.



El Prao seco, con coloraciones verdes, pero ni una gota de agua en todos los sitios que habitualmente la recoge.

El Navajo también seco, muy seco, yo diría que sequísimo.


El espectáculo del Navajo de la Cañá de los Charcos, muy similar, con gran cantidad de ceniza en su fondo y sin vida excepto las siempre presentes notonectas.


En el Navajo de la Montanera, salieron corriendo dos metamórficos de sapo corredor al acercarme a ella, bastante vegetación acuática, pero no demasiado renacuajos.


En el Navajo de las Lomas, seguramente la Sociedad de Cazadores le había puesto una cuba de agua, estaba muy limpia y sin señales de escorrentías en su entradores, algunos renacuajos y las sempiternas notonectas, la mañana no estaba reportando muchas alegrías.

Un Navajo que el año pasado arreglaron la Sociedad de Cazadores, el de la Navarrilla, tenia agua y en su interior había abundantes renacuajos de corredor y sapo bufo, que no creo que tengas muchas posibilidades de subsistir.


En el Navajo del Poderoso se me cayó el alma a los pies, seco, totalmente seco, si señales de entrada de agua.

Ya había tenido bastante, retorne con el ánimo alicaído, deseando que pronto vinieran aguas para paliar la sequedad que tienen los Navajos y Balsas.

J. R. Casaña