Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

viernes, 3 de abril de 2015

POR FIN LLOVIÓ EN ALCUBLAS


La tan ansiada lluvia por fin derramo su precioso liquido en el término de Alcublas, cayeron entre 150 a 180 l., lo cual era un gran noticia, para nuestras secas tierras y todos los habitantes que en ella se encuentran.


Debíamos de comprobar cómo había resistido las mejoras que se efectuaron en el Balsa de la Pedrosa, para la mejor recepción de agua.


Quedamos con el amigo Javi Puig de CONNECTA NATURA, que habían realizado las mejoras y también Carlos Mico, gran colaborador del GALLIPATO ALCUBLANO.

Partimos hacia la Balsa Pedrosa, en el camino los comentarios eran esperanzadores, deseando que las mejoras hubiesen funcionado.
Nuestras expectativas se cumplieron sobradamente, la Pedrosa, se encontraba llena, si muy llena.


Las fajinas y refuerzos habían funcionado a la perfección, pese a la gran cantidad de agua que habían conducido. 

Comprobamos todo el recorrido de las torrenteras, quedando satisfechos, quizás deberíamos de afianzar algún tramo, pero en líneas generales respondieron a nuestras expectativas.

La balsa había llegado hasta las protecciones que en su día hizo UN VOLUNTARIO UN ARBOL, para impedir la circunvalación de la balsa.


Comprobado el trabajo, nos dirigimos a otros puntos de agua.

Al llegar al Navajo Pedroso observamos que no estaba tan lleno, como esperábamos, quizás la madera que lo rodea haya impedido el aporte acuífero.

Allí nos empezamos a darnos cuenta de la magnitud de los amplexos que íbamos a encontrar, un sapo corredor, herido en un ojo, había puesto sus huevos a cuatro metros del Navajo, en una mínima lamina de agua. 

Depositamos la puesta en la cubeta del Navajo.


Las sorpresas nos salían al encuentro, nos cruzamos Abejero europeo (Pernis apivorus) y un Alcaudón (Lanius excubitor), que la habilidad con la cámara de Carlos Mico, consigo captarlos.


Un navajo que ha sido recientemente cementado, el de la Navarrilla, que esperábamos no tuviese vida, nos regalo el primer amplexo de sapo corredor y una abundancia de puestas enormes.


Partimos hacia la Balsilla, balsa con muchos problemas de retención de agua, por el abandono de usos, Que para nuestra alegría tenía mucha agua.
 
Aquí también los corredores habían puesto en charcos imposibles y haciendo los amplexos también en lugares increíbles, con una fina capa de agua.


Nos dirigimos hacia el Navajo de la Cañá de los Charcos, lugar habitual de Triops y Branchipus. Esta vez nos regalo con la presencia un sapo moteado (Pelodytes punctatus), así como cantidad de Triops cancriformis, estaba satisfactoriamente llena.


Nos esperaba el Prao con toda su inmensidad inundada y en él muchas más sorpresas agradables.


Era realmente placentero observarlo con esa abundancia de agua.

El Navajo, las rodadas todo estaba lleno de agua y con mucha vida.


La primera sorpresa fue encontrarnos con una cigüeña negra  (Ciconia nigra), sobrevolando con su majestuosidad el cielo, nos comentaron que se habían avistado tres ejemplares.


No solo fue este avistamiento, sino que también contemplamos el majestuoso vuelo de una Águila culebrera (Circaetus gallicus), de estos avistamientos informamos a S.V.O.

La noche nos iba alcanzando y entonces empezó el espectáculo sonoro más importantes, los corredores y moteados empezaron su concierto.

Lamentablemente debíamos volver a ser urbanitas.


Carlos Mico
Javi Puig
J. R. Casaña.