Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

domingo, 23 de febrero de 2014

PESE A LA SEQUIA HAY VIDA EN LAS BALSAS


La lluvia es muy caprichosa, nunca llueve a gustos de todos, ni tampoco en los lugares que deseamos que llueva o que mas falta les haga.

Después de visitar los primeros días del año, vuestras balsas y navajos, nos dimos cuenta que en algunas había agua y en otras muchas no.


El Navajo de la Montanera era uno de los agraciados en los que el líquido elemento, se había introducido en su cubeta y tenía unos seis o siete dedos de agua, no mucho más. 


La sempiterna Cola de Zorro (Ceratophyllum demersum); Linnaeus 1753), se enseñoreaba de todo el navajo.


Pensábamos que no tendría ningún habitante en su interior, pero cuando no fue nuestra sorpresa, que al hacer el muestreo, observamos la presencia de vida.


Encontramos renacuajos de Sapillo moteado común  (Pelodytes punctatus), Sapo partero (Alytes obstetricans), Notonectas y Chironomus plumosus.


Con tan poco agua y con un tiempo muy cambiante, allí estaban viviendo en el navajo.

También en la Partida de Junco, sus dos navajos tenían agua, lo que nos confirmaba que la lluvia había caído por donde le plació.


No nos cansamos de pensar la fuerza que tiene la naturaleza, sobre todo si nosotros la dejamos tranquila.


J. R. Casaña