Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

sábado, 14 de septiembre de 2013

Y los sapos parteros y comunes ya no están.






La Sociedad de Cazadores de Alcublas en su plan de mejora de puntos de agua en el término de Alcublas, realizó obras de ampliación y mejora en los aportes de agua al Navajo Junco I, durante el mes de Julio pasado.
Ganado más capacidad de acumulación de agua dicho navajo, lo que es de agradecer para la mejor conservación de la fauna, muy dañada por el incendio forestal del año pasado.



El paisaje en esta partida sigue siendo devastador, aunque la naturaleza en su sabiduría ya está dando muestras de su capacidad regeneradora. 

También la Sociedad lleno dicho navajo llevando agua con una cuba y unos sapos parteros (Alytes obstetricans) y sapos comunes (Bufo bufo) pusieron su tardía puesta en las aguas del navajo. 



Eso era hacia 13 de Agosto, lo que nos hace pensar que estos anfibios no habían encontrado antes las condiciones idóneas para sus puestas. Comprobamos que tenían agua suficiente, pese al rigor del verano y decidimos hacerles el seguimiento correspondiente.



Volvimos el día 24 de agosto, seguía teniendo agua el navajo y comprobamos que seguían están las crías de sapos.

 
Mucho más grandes los sapos parteros (Alytes obstetricans) y de coloración más clara y mucho más pequeños los sapos comunes (Bufo bufo) y de coloración mucho más oscura, prácticamente negros.





Hicimos los muestreos pertinentes, observando que la colonia de anfibios disfruta de buena salud y que las crías seguían su proceso correctamente.

 
Vimos de primera mano dichas crías y apuntamos los datos técnicos, con los que no pensamos aburriros.

Satisfechos retornamos al pueblo y decidimos seguir observando su evolución.

La última semana de agosto, nos vimos gratamente sorprendidos con una lluvia persistente durante varios días, que traía buenas nuevas para el monte, pues durante el verano no se había prodigado.

El día 30 de agosto empezó con buen tiempo y nos fuimos hacia el Navajo Junco I, para comprobar “in situ” como habían funcionado las obras de mejora y como estaba nuestra colonia de anfibios.



Desalentador fue el encontrarnos el navajo rebosante de agua, pero también muy lleno de ceniza de las escorrentías, habían pasado 62 semanas del incendio y aun seguía presente y palpable.
Preocupados iniciamos los muestreos y cuál no sería nuestra sorpresa al observar que toda la colonia de anfibios había desaparecido, si no quedaba nada vivo en el navajo.
¿Habrá sido la ceniza? Seguramente, no entramos a valorar el desastre, únicamente constatamos el hecho de que ya no hay anfibios en el Navajo de Junco I. Desgraciadamente.


J. R. Casaña