Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

viernes, 14 de septiembre de 2012

“La ratoncilla”




Que noche más agitada. Mucho dar vueltas y apenas he podido encontrar comida. No he tenido más que incidencias y además, desagradables. El dueño de la casa nos lo pone difícil. Sobretodo esta noche. He tenido que estar más de tres horas escondida detrás del frigorífico esperando se fuera a dormir por que me estaba acosando con una escoba en la mano. A sí que, me he pasado parte de la noche detrás de la nevera. Sin apenas probar bocado.
 Si todo esto fuera poco, este señor tiene un montón de gatos. Algunos,  inofensivos. Pero hay otros, que son de cuidado.
 No lo entiendo.
 Tienen comida de sobra por todas partes. Y nos persiguen sin piedad. Se toman su “deber” demasiado al pie de la letra.



Algunas veces con mucho peligro, nos acercamos y rápidamente hacemos acopio de esa comida que es estupenda. Sobretodo cuando el hambre acucia y minimizas el peligro, por que el que manda es el estomago y este no sabe de riesgos, solo sabe de satisfacer a sus jugos gástricos que al parecer, son muy exigentes cuando sienten necesidad de entrar en acción.
 Que por desgracia es, con demasiada frecuencia.
  Pero, demasiado peligroso llegar al tiesto de la comida. Los riesgos son muchos y de fatales consecuencias. Más de uno no ha repetido.
 Después de esta nochecita pasada estoy cansada, nerviosa y no me puedo dormir. Tenía ganas de refugiarme.
 Necesito descansar, alimentarme, mi preñez me lo exige. El culpable de mi estado si le oigo dormir. Está a mi lado. Muy cerca, en nuestro nido. Como siempre. Él, con depositar su semen en mis entrañas, prácticamente ha terminado su cometido.
 




Me parece… que me estoy adormilando. Que sensación más agradable. Que bien…
 ¡Que es ese ruido!
 Algo he oído que no me gusta nada.
 Que calor hace.
Ahora que creía que me dormía.
 ¿Oigo ruidos o me lo parece? Será el cansancio que me hace oír cosas inexistentes.
 ¡No!  Otra vez ese ruido y esta vez con más claridad.
 Lo que me faltaba.
Mi compañero ni se entera. Duerme. Que suerte.
 ¡Otra vez ese ruido!
Ahora si estoy convencida de que lo he  oído.
 Algo se acerca con mucho sigilo. Pero no veo nada. Y no me conviene moverme, es la mejor forma de pasar inadvertida.
 ¡Otra vez oigo lo mismo!
Y cada vez más cerca.
 ¿Qué será?
Nada bueno seguro. De noche nosotras buscamos comida y de día, son otros la que la buscan.
A sí no se puede.






Sigue haciendo calor y cada vez más.
 Algo se mueve por delante de mi y no puedo ver que es, pero… veo como de cuando encunado se mueven las hierbas que tengo delante.
 ¡Esto no me gusta nada!
Esta claro que de dormir ni pensarlo, o me puede costar muy caro. Todo lo contrario, tengo que estar muy alerta. Me juego mucho en ello. Tengo que llevar a buen término lo que tengo en mis entrañas. Es mi obligación y además, yo, también cuento.
¡Otra vez el mismo ruido!
 Es como un rozar con mucha cautela apenas perceptible, pero está cada vez más cerca y se percibe con más realidad. Pero, no veo nada.
           Mi compañero también lo ha oído y se ha incorporado ligeramente.
 Actúa de forma inconveniente. Parece mentira lo que hace. Es un insensato.

Se ha puesto nervioso y se esta moviendo. Cosa que no debe hacer. Si estas inmóvil es mucho mejor. Es muy nervioso lo conozco bien. Lo malo es que nos delata a los dos. Debería advertirle que no lo haga, pero para eso también me tengo que mover y no quiero.
Es muy arriesgado.
Ahora he visto moverse algo como a un metro y medio de nosotros.
 ¿Pero todavía no se que es?
 

 Esto no me gusta nada, algo va a pasar y nada bueno. El padre de mis futuros sucesores se comporta con mucha imprudencia y nos puede costar muy caro. Y lo sabe. No le entiendo. Estará cabreado por que no lo dejan dormir. Debería comportarse con más cautela.
¡Madre mía, ya he visto  que es!
 Intentaré hacer un poco de hoyo con mis patas traseras para ocultarme más, muy, muy discretamente en mi nido.
¡Pero que hace mi compañero! Esta dando vueltas sobre si mismo para hacer lo mismo que yo, pero… ¡a sí, no!
Estoy segura que nos ha olido. Vista no tienen mucha pero olfato, con esa lengua bífida no se escapa nada.
¡Se está levantando y se dirige hacia nosotros! Y mi compañero no se puede estar quieto. Va a pasar algo desagradable. Se esta balanceando al mismo tiempo que se acerca. Esto no tiene remedio.
 ¡Que horror!  ¡Se hace hacía atrás, se va a lanzar!
Cerré los ojos al mismo tiempo que oía un ruido que no obedecía a lo que estaba sucediendo a nuestro alrededor. Sentí un terrible pánico. No podía abrirlos y pensé que me había tragado a mí y a mi compañero.
Respiro con dificultad, agitada, ¡pero respiro! Por lo tanto estoy viva.
 ¿Y mi compañero?



 Cuando el pánico se me pasó un poco miré a mi lado y le vi muerto de miedo, pero vivo. Nos miramos sin creer que pudiéramos hacerlo ilesos.
El dueño de la casa donde habíamos estado buscando comida la noche anterior se alejaba con ella en la mano. Colgando. Todavía se retuerce. Tengo que decir que no lo siento.
Nuestro gran enemigo a noche, ahora, nuestro gran salvador. Incongruencias de la vida.

                                          José L Sanmiguel.

  

 Imágenes:
Salvador Viadel
Paco Micó.

 

martes, 11 de septiembre de 2012

Elodea canadensis (André Michaux, 1746-1802)




Especies invasoras (XXVIII)

Esta plata fanerógama que es muy usada en los acuarios ha sido catalogada en el Catálogo Español de Especies exóticas Invasoras, aprobado por Real Decreto 1628/2011, de 14 de noviembre, estando prohibida en España su introducción en el medio natural, posesión, transporte, tráfico y comercio. Debido a su gran capacidad colonizadora y es una gran amenaza para las especies autóctonas, sus hábitats o sus ecosistemas.

Se reproduce vegetativamente a gran velocidad. Se especula que su introducción fue accidental por restos de algún acuario.

Es originaria del norte del continente Americano, en 1836 creo problemas en los canales ingleses debido a su gran propagación e impidiendo la navegación.


Sus hojas están esparcidas alrededor de sus tallos, sus flores se disponen regularmente, con simetría radiada en torno al eje del pedúnculo floral; como en la rosa. Siendo unisexuales. Su fruto tiene forma ovoidal.

  

Se reproduce por las flores, que en su fase inicial están sumergidas, y afloran para su polinización. Aunque las porciones de esta planta pueden regenerarse y producir otras, es el método mas general de reproducción.

Prefiere las aguas sedimentadas y fangosas, pero es fácil adaptable desde aguas someras a profundas. Aunque no arraigue la planta sigue viva, flotando en el agua. En temperaturas moderadas se desarrolla bien.

Su capacidad de oxigenar las aguas por fotosíntesis la hacen muy útil en el mundo de los acuarios.



No obstante debemos siempre recordar que el pasar de acuarios al medio, cabe la posibilidad de su arraigo y daño a las especies autóctonas. Se debe de tener muy en cuenta su capacidad invasora.

Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/Elodea_canadensis
http://ca.wikipedia.org/wiki/Fitxer:Elodea_canadensis_dekussive_blaetter.jpeg
http://commons.wikimedia.org/?title=File:Elodea_canadensis.jpeg