Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

lunes, 28 de mayo de 2018

DA MUCHA PENA VER LAS BALSAS DE ALCUBLAS




Notareis que últimamente, no escribo muchos artículos sobre Alcublas y sus balsas. Realmente me da mucha pena el visitarlas y el verlas vacías hace que entristezca.

No obstante este fin me di un paseo por ellas y seguían como siempre. La sequía es muy grande y no se ven trazas deque vaya a cambiar.

Empecé por la Balsa Calzón, a la entrada del pueblo. Algunas libélulas revoloteaban por sus aguas, pocas.




El agua estaba verde muy verde y no había atisbo de vida en ella.

Sucia, con cantidad de plásticos, daba un aspecto de desidia total.

El vuelo de las golondrinas era la única nota alegre.


Fui a la Balsa de la Mina, sabiendo positivamente que estaría seca, lo que así descubrí, al llegar a ella.

Ni rastro de humedad en su cubeta, donde estarán escondidos los gallipatos.

Esperemos que la lluvia haga su acto de presencia y llene su cubeta, para que la vida acuática siga su ritmo.

Descorazonado partí hacia la reserva natural de la Balsa de la Pedrosa. 



El espectáculo no era mejor la poca agua que le quedaba, no presentaba ningún signo de vida ni las libélulas se veían sobrevolar su agua.

Desgraciadamente ha vuelto la enea que tanto nos costó erradicar.


Al perro flaco todo son pugas, como dice el dicho, no hay bastante con la poca agua que contiene su cubeta, que vuelve a aparecer la dichosa enea, tan perjudicial para la vida animal dentro de ella.


Entenderéis después de ver las imágenes, porque no tengo ánimos para hablar de las balsas de Alcublas. Maldita sequía.


Rafa Casaña.