Sigue sin llover y las balsas se secan

 

Si esto es así llevamos tiempo sin caer una gota y pese al frío que ha hecho solo ha nevado una vez, claro no ha nevado porque no ha llovido.

Salimos a dar un repaso a nuestras Balsas y Navajos, el día era espectacular, ni una nube, quizás algún cirro, pero poca cosa. El sol se adueñaba de todo, dándole un color azul precioso al cielo.

Empezamos por la Balsa de la Mina, seca, si seca, sin una gota de agua. Sin ápice de humedad, ¿Dónde estarán los gallipatos y las ranas? “Qui lo sa”.

 

Desandamos el camino y tomamos el que nos conduce hacia las cañadillas, los almendros, Dios mío, están todos en flor, espectáculo maravilloso, pero que en las épocas del año que estamos, se cierne aun el peligro del frío helado sobre sus lindas flores.

 

Llegamos al Navajo de las Cañadillas, seco, totalmente seco, dejando a la vista sus entrañas, viendo como las piedras  se encuentran dentro de él, producto de la distracción de algún desocupado. Pero ni rastro de agua, toda su vegetación seca, muy seca. Que diferencia del año pasado, por estas fechas que tenias una estupenda puesta de Sapo común (Bufo bufo)  y el agua cubría toda su cubeta y todo lo que hoy esta seco, era verde.

Seguimos visitando nuestras balsas y ahora le toca a la Balsa Silvestre, que esta si que tiene agua, pero muy menguada y la mantiene por sus aportes propios, no por escorrentías. Pero por lo menos tiene agua, aunque poca.

Si en esta balsa la vida sigue, sin sorpresas. Está bien.

Seguimos con el Navajo Rozas el año pasado por estas fechas esta totalmente lleno, ahora en cambio su capacidad está muy mermada, pese a los estupendos aportes acuíferos  que tiene, pero tiene algo de agua.

Pasamos al Navajo del Prao, seco, sin agua, ni tan siquiera barro, solo tierra suelta, sin unas hozadas de jabalí, nada absolutamente nada. Ni triops cancriformis, branchipus schaefferi, Streptocephalus torvicornis, escarabajos acuáticos, nada de nada.

Nos vamos hacia el Navajo de la Lomas, este navajo suele tener agua, pues sus entradas de agua, están en buen estado, pero su nivel ha decrecido mucho, no es ni sombra del agua que tenia, el año pasado por estas fechas, pero por lo menos tiene algo de agua.

Para rematar el recorrido nos dirigimos a la balsa más emblemática de Alcublas, la Balsilla, aquí si que no hay ni gota y además todo esta muy seco, pese que su cubeta es una de las mas grandes y pese a que sus aportes acuíferos llegan desde mucha distancia, ni gota.

Nos vamos con un sabor agridulce y esperamos, que pronto vengan las lluvias que llenen nuestras Balsas y Navajos, eso es lo que deseamos.

© Gallipato Alcublano