Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

sábado, 13 de octubre de 2012

Navajo de la Boragila o de Guerri, antes y después.




Este es un navajo que construyó la Sociedad de Cazadores de Alcublas, esta hecho de cemento, pero las escorrentías producidas por las lluvias, han hecho que se regenerara de forma satisfactoria. estando poblado tanto de flora, como de fauna.

La primera vez que me lo presentaron fue en Agosto de 2011, no es fácil llegar a el y si no lo conoces bien, te puede pasar lo que me ha ocurrido mas de una vez, que no lo encuentre o que me pase de largo.

El monte estaba muy cerrado y las aligas proliferaban llegando hasta el mismo borde del navajo.



El agua estaba verdosa de la cantidad de cola de zorro, que habitaba en su interior.

Habían bastantes marcas de jabalíes y el silencio se podía cortar, solamente roto por algún que otro pájaro.



La frondosidad e inaccesibilidad del bosque de su entorno era patente, no podías salirte de pista por la que se accedía de lo denso que estaba el monte, aunque las aligas daban mucho color verde


Volví en enero de este año, el paisaje era similar, la coloración del agua, era mas clara, debido a la menor implantación de la cola de zorro en sus aguas. Pero poco o nada mas había cambiado.




Pero claro vino el devastador incendio y lo que mis ojos contemplaron ya no estaba.



El fuego lo ha arrasado todo, de un plumazo se ha cargado todo el verde, la densidad anterior del bosque se manifiesta por escuálidos palos, dominados por el color negro, muy negro.



El verde de las aligas también ha desaparecido, como el de los romeros, el agua, después de estas pobres lluvias es clara, pero no tiene vida, ni flora, ni de fauna, nada, solo se ve alguna huella de algún jabalí con suerte que escapo de la quema. 



Triste muy triste volví de mi visita al Navajo de Guerri o de la Boragila, tanto monta, monta tanto, los colores que llenaron mis ojos han desparecido, ellos son ahora, apagados, tristes, desdibujados, sin intensidad, o quizás sería mejor decir no hay color.

© J. R. Casaña

2 comentarios:

  1. josé Luis Sanmiguel14 de octubre de 2012, 21:10

    Menos mal que tienes un monton de fotos y puedes comparar el antes y el despues. Trabajo es.

    Un saludo, Sanmiguel.

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  2. El texto parece poesía. Transmite tristeza, impotenica, resignación. Ver el antes y el después muestra más energicamente el deterioro.

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