Grupo de voluntarios que cuidamos la biodiversidad de las balsas de Alcublas

martes, 12 de febrero de 2013

No llueve, pero las balsas están heladas.





El día no era muy agradable para salir, el viento y el frío, daban ganas de quedarse en casa al lado de la estufa.

Realmente el viento tiraba de espaldas, nos costó acercarnos al coche y no te digo ponerlo en marcha.

Pero queríamos ver como estaban nuestras balsas y navajos y a mal tiempo mucho animo.


Todo presagiaba que en los navajos en los que hubiese agua estaría helada y poco a poco nos dimos cuenta que era así.


Empezamos por el Navajo de las Cañadillas y aunque el viento nos tiraba, el agua que tenia el navajo estaba quieta, lógicamente estaba helada.



Seguimos por la Balsa Silvestre y clara debido a su capacidad no estaba totalmente helada, pero en los bordes si que se mantenía el hielo.




En el Navajo de la Roza, que no tenia mucha agua, el hielo también se había enseñoreado de ella, el viento seguía con mucha fuerza.



Hace tiempo que teníamos ganas de visitar una balsa de obra, en la partida de la Roza que se hizo para aforar un pozo, que después no manó, antes del incendio estaba totalmente cubierta de vegetación, ahora la encontramos en seguida, la poca agua que tenia, también estaba helada.



Parecía que el frío se hubiese enseñoreado de todos los puntos de agua, la siguiente visita fue al abrevadero de las Dueñas.  
Y cuan largo era estaba helado.



Debíamos de comprobar hasta donde había llegado el frío y nos encaminamos al Navajo de la Chupidila, pese al viento no se movía ni una sola ola, estaba totalmente quieto, el hielo era su dueño.



El Navajo de la Casica vieja o de Teresa, no se libro del hielo, nada mas llegar a su entorno nos dimos cuenta que también estaba helado.



Pensamos que quizás mas abajo los navajos se habrían librado de la helada y visitamos el Navajo de cemento de la Casica Vieja, pero tampoco, la masa helada era presente.

Ya teníamos bastante, el frío se nos había metido en los huesos y debíamos regresar al pueblo.

Impresionante helada y bajadas de temperatura hemos tenido, pero os podemos garantizar, que los habitantes seguían dentro.

J. R. Casaña

4 comentarios:

  1. El frío, incluso el hielo, es importante para la maduración de las gónadas de nuestros anfibios. Cuando experimentalmente se quiere inducir a la puesta de algún anfibio, incluso con inyección de hormonas, es importante hacerle pasar por una fase de temperaturas muy bajas. Después de todo, es parte de su ciclo biológico.

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    1. Muchas gracias Jesus, por tus siempre oportunos apuntes. Saludos.

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  2. José L. Sanmiguel.12 de febrero de 2013, 19:28

    Baya mañana de temperatura que en contratéis, pero parece que que a los moradores de las diferentes valsas no les importa, incluso les beneficia. Y a vosotros tampoco lo hizo.
    Un saludo, Sanmiguel.


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  3. Jesus: Parece, que también, muchas semillas requieren de esas bajas temperaturas para poder germinar ¿No?

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