Quitada la Enea de la Balsa de la Pedrosa en Alcublas.

Hoy se ha cumplido uno de los empeños del Gallipato Alcublano, la limpieza de Enea (Typha latifolia) en la Balsa de la Pedrosa. Con la colaboración del Ayuntamiento de Alcublas y la Sociedad de Cazadores.

Ayer por la noche ultimamos los detalles y quedamos para hoy, a las nueve en la Balsa.

Llegamos antes de la hora convenida y ya estaban allí, Salvador Muñoz, Joaquín Lázaro y Eduardo, su hijo.

Ya habían empezado con el tajo, queríamos mejorar los aportes acuíferos, pues toda agua es poca. Esta balsa esta situado al pie de una cuesta que recoge mucho agua, claro cuando llueve, que se llama la Rocha Juliana.

La idea es reconducir el agua hasta la balsa y que no se pierda por el barranco, pues es un aporte importante y que haría que la balsa, recibiese mas agua.

Pero era mucha la faena que teníamos y empezamos quitar la enea, por medios mecánicos, nos daba algo de respeto, pero si no actuábamos, la enea podría secar la balsa.

La pala, conducida por Eduardo y dos tractores por Joaquín y Salvador empezaron a recibir las eneas, para transportarlas y alejarlas de la balsa.

Estábamos extrayendo la enea, pero al mismo tiempo, con sumo cuidado para dañar lo menor posible.

Los tractores se sucedían y detrás de otro, dejando que el agua que recogía la pala, volviese a la cubeta de la balsa, cargándolos de las eneas y transportarlos.

Sin darnos cuenta se hizo la hora de almorzar y apareció el concejal del Ayuntamiento de Alcublas, Santiago Cabanes, que nos traía los bocatas que gentilmente nos habían proporcionado el Club de montaña y escalada de Alcublas, por participar en la planta de árboles, que ellos han propiciado, pues hoy también estaba la actividad de plantar árboles, por nuestro termino.

La bebida estaba en la nevera, fresquita, pues pese a la fecha, el calor empezaba a notarse. Dimos cuenta del refrigerio.

Mientras la pala y los tractores seguían, empezamos a plantar los árboles. El terreno por la sequía estaba bien duro, pero el entusiasmo nos impulsaba, cuando hacíamos el agujero, después los regábamos y los rodeamos de piedras, para localizarlos mas fácilmente, cuando volvamos a regarlos, es nuestro compromiso.

Con mucho esfuerzo por parte de nuestros colaboradores, se iba despejando la cubeta y se iba perfilando su contorno.

Nos salió alguna culebra, varias ranas y tres hermosos ejemplares de Sapo común (Bufo bufo). La culebra y las ranas se sumergieron en el agua y los sapos se escondieron entre las hierbas.

Los montones de enea extraídos, así como las mejoras de limpia de tierra de escorrentía, motivaron unos contundentes montones.

La limpieza, de nuestro empeño, ya estaba realizada, la colaboración de los presentes ha sido muy importante, para el logro, pero aunque nos quedaba faena, por realizar, teníamos una mañana muy apretada.

 © Gallipato Alcublano